domingo, 26 de junio de 2011

DOMINANDO LAS EMOCIONES

COMUNICACIÓN INTRAPERSONAL

Reflexiones basadas en el libro de Rosa Caballé: "La Filosofía, maestra de vida"

Los estados emocionales se alimentan y se sostienen en virtud de nuestro diálogo interno; son sensaciones o sentimientos puros filtrados por nuestras creencias (no por la realidad objetiva). Son reacciones mentales a nuestros sentimientos y sensaciones, unas reacciones que con frecuencia se añaden unas a otras, generando bucles y más bucles que configuran auténticos laberintos emocionales que nos conducen muy lejos del hecho que ocasionó en nosotros el primer movimiento anímico (una especie de "efecto mariposa" interior)

Lo que da lugar al estado emocional, lo que determina que éste se instale en nosotros, es siempre una configuración de nuestro diálogo interno: ciertas frases interiores que nos decimos que las cosas son y significan de una determinada manera. Con ellas nos damos argumentos para sentirnos como nos sentimos; por consiguiente, no somos pasivos frente a nuestras emociones.




Hay emociones que pueden considerarse involuntarias o automáticas, como por ejemplo, las que están ligadas a los sentimientos de autodefensa, pero esa reacción es una sensación pura, no es todavía un estado emocional.

Hay personas más sensibles que otras; ser sensibles equivaldría a ser receptivos a los sentimientos puros antes de que se conviertan en emociones; hay que escucharlos, a estar habitualmente en contacto con ellos.
Practicar esta técnica hace que nuestra inteligencia se ponga a prueba, conocerlos son una forma de inteligencia. Nos transmiten una información muy valiosa, ya que no está filtrada por nuestras opiniones subjetivas. Es el tipo de "conocimiento del corazón" que algunos denominan "intuición".

  La emotividad desordenada y el sentimentalismo no son una muestra de inteligencia emocional, sino todo lo contrario



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